lunes, 25 de mayo de 2015

Lunes 24 de febrero [La tregua]

Es evidente que Dios me concedió un destino oscuro. Ni siquiera cruel. Simplemente oscuro. Es evidente que me concedió una tregua. Al principio, me resistí a creer que eso pudiera ser la felicidad. Me resistí con todas mis fuerzas, después me di por vencido y lo creí. Pero no era la felicidad, era solo una tregua. Ahora estoy otra vez metido en mi destino. Y es más oscuro que antes, mucho más.

Yo No Sabía Que No Tenerte Podía Ser Tan Dulce Como Nombrarte Para Que Vengas, Aunque No Vengas... Y No Haya Sino Tu Ausencia, Tan Dura Como El Golpe Que Me Di En La Cara Pensando En Vos...



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